🌟Esta semana conocimos una historia que parece de ciencia ficción: un bebé nació a partir de un embrión que llevaba más de 30 años congelado en nitrógeno líquido. Un verdadero récord Guinness que marca un antes y un después en la medicina reproductiva.
📝 En 1992, un embrión fue creado mediante fecundación in vitro y, poco después, criopreservado a -196 °C en tanques de nitrógeno líquido. Allí permaneció intacto durante 11,148 días (más de 30 años) hasta que, en 2023, una pareja decidió adoptarlo e implantarlo.
El resultado: un bebé completamente sano, que se convierte en el embrión congelado más longevo utilizado con éxito para un nacimiento vivo. Este caso fue certificado por el Libro Guinness de los Récords, superando el anterior récord de 27 años.
✨ ¿Cómo es posible?
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A esas temperaturas extremas, el metabolismo celular queda detenido por completo, lo que evita el deterioro del embrión.
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Con los avances en la vitrificación (una técnica moderna de congelación ultrarrápida), hoy en día la viabilidad de los embriones puede mantenerse durante décadas sin que pierdan sus posibilidades de implantación.
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Aunque no hay un “límite oficial” de tiempo, este caso prueba que los embriones podrían almacenarse casi indefinidamente si se mantienen en condiciones adecuadas.
📊 Otros datos sorprendentes
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Los embriones congelados desde los años 90 han dado lugar a cientos de nacimientos, pero este ha sido el más largo documentado.
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El récord anterior lo tenían dos hermanitas nacidas de embriones congelados durante 27 y 24 años.
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En algunos países, miles de embriones permanecen criopreservados, esperando ser utilizados por las mismas familias que los crearon o bien donados para adopción.
💡 Reflexión
Más allá del récord, esta historia nos recuerda el valor de la esperanza. La maternidad y la paternidad llegan de distintas maneras y tiempos, y la ciencia sigue abriendo caminos sorprendentes para cumplir ese sueño.